Las ostras son un alimento delicioso y sinónimo de lujo. Por fuera, una concha poco agradable a la vista, pero por dentro son un manjar con sabor a mar. Las ostras puedes odiarlas o amarlas, pero sin duda son reconocidas como uno de los alimentos más ricos del planeta.
Existen dos tipos principales de ostras, las planas y las cóncavas. Dentro de este tipo de ostras tenemos las ostras comunes, que su sabor no destaca, las ostras japonesas que son cóncavas y crecen rápido ya que se adaptan a otras aguas y criaderos, y finalmente tenemos las ostras del mediterráneo, estas ostras son pequeñas pero su sabor es único y apreciado.
También existen tipos de ostras únicas en distintos lados del mundo como la Special de Claires cuya carne es rotunda con notas dulces sabor a mar que se lleva muy bien con vinos blancos, esta ostra es una de las más caras ya que se afina 4 meses, 24 unidades de este tipo pueden llegar a costar 199 euros.
También existe la Miurgen, que viene de Irlanda del Norte y su sabor es dulce con una carne muy rotunda, su nombre significa “nacida del mar”, esta ostra empata muy bien con un Sauvignon Blanc.
Comer ostras también tiene muchos beneficios para la salud. Las ostras son una fuente de yodo, proteínas y minerales como hierro, zinc, selenio, fósforo, magnesio, vitamina B12 y ácidos grasos como el omega-3. También aportan agua y son bajas en grasas.
Así que, si nunca has probado las ostras, acércate y dale un intento a este delicioso alimento, estamos seguros de que no te vas a arrepentir.