Psicopedagoga Ana Paola Torres Camacho
Seguramente has escuchado hablar sobre “salud mental” y la importancia que esta tiene en las diferentes etapas de la vida del ser humano, así como el impacto que genera en nuestras actividades cotidianas. Actualmente, hemos atravesado una crisis sanitaria a causa de la COVID-19, misma que nos ha puesto a replantear el apartado psicoemocional dentro de diferentes espacios, uno de ellos, las aulas de nuestras instituciones educativas.
Según la OMS, la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. (Salud Mental: Fortalecer Nuestra Respuesta, 2022)
En el ámbito educativo nos encontramos diariamente con diversas variables que involucran nuestra estabilidad psicoemocional tales como: habilidades sociales, inteligencia emocional, manejo del estrés y frustración, la autoestima, resolución de conflictos, toma de decisiones, entre otros. Es fundamental que como profesionales en educación reflexionemos sobre salud mental en el aula y aprendamos cómo intervenir y ayudar a nuestros alumnos.
Dentro del aula de clases, logramos identificar características que nos apuntan un riesgo o particularidad. Es común que algunas de estas puedan ser vistas en los estudiantes de la siguiente manera: mostrarse ausente, cambios en la atención, mostrarse aislados, emociones de tristeza o ira prolongadas, sueño constante, problemas y conflictos en casa o en la misma institución, entre otros.
Pero, ¿cómo puedo implementar la salud mental en el aula sin ser un profesional en el tema?
Dentro de tu espacio en contacto con la comunidad estudiantil, intenta crear momentos que den pauta a brindar una escucha activa y participación, por ejemplo:
- Genera preguntas que motiven al estudiante a tomar conciencia de sí en su día a día.
- Recuérdales que la salud mental no es extraña y aislada, sino que es importante hablar de ello y atendernos.
- Empatiza con quienes son diagnosticados y quienes experimentan estigma o discriminación por desinformación sobre el tema.
- Brinda un espacio a las emociones que puedan manifestarse en clase.
- Evita las generalizaciones y recuerda que cada persona es diferente y vive distinto su proceso.
- Respeta a aquellos alumnos que hablan sobre su salud mental y reconoce su valentía al hacerlo.
Finalmente, es importante reconocer que nosotros como docentes probablemente no contamos con la especialidad de un profesional de la salud mental, pero podemos informar, crear conciencia, canalizar y brindar atención a nuestros estudiantes para acompañarlos y orientarlos a aquellos servicios especializados.
La salud mental es una labor de todos.
Referencias:
Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. (2022, June 17). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. Retrieved July 26, 2023, from https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response