Causas y consecuencias de la Alcohorexia

Los trastornos alimentarios afectan por igual a hombres y mujeres de cualquier edad. Se manifiestan como una serie de preocupaciones extremas por el peso y la alimentación que conducen a problemas de salud, en ocasiones mortales.  Entre los más conocidos se encuentran la anorexia o la bulimia, pero existe un trastorno que involucra el consumo de bebidas alcohólicas en exceso: La Alcohorexia.

Al respecto, la Dra. Nancy Silva, catedrática de ISU Universidad, explica sobre los síntomas y complicaciones de este trastorno alimentario.  

¿Qué es la Alcohorexia?

La Alcohorexia es el conjunto de conductas y pensamientos que expresan una combinación entre un trastorno alimentario, como la anorexia o la bulimia, con el abuso de alcohol. También se le conoce como drunkorexia, término que se conoció por primera vez en EUA durante el 2008 a través del New York Times en un artículo titulado: “Starving Themselves, Cocktail in Hand” (Matándose de hambre, trago en mano).

¿Cuál es la diferencia entre la Alcohorexia y otros trastornos alimenticios?

En la alcohorexia o drunkorexia, además de los síntomas de un trastorno alimentario, existe también el abuso y/o dependencia al alcohol. En algunos casos muy extremos se recurre a la cocaína para disminuir el apetito.

Quienes padecen este trastorno practican la restricción alimentaria con el fin de beber grandes cantidades de alcohol sin aportar calorías extra a su dieta habitual. Es decir, dejan de comer con la intención de ahorrar calorías para poder consumirlas mediante atracones de alcohol. De esta forma, se evita el aumento de peso que podría resultar de ingerir demasiado alcohol y se puede controlar el peso corporal. Además de la restricción alimentaria, también se presentan conductas compensatorias inapropiadas como vómitos, abuso de laxantes, diuréticos y anfetaminas.

¿Qué complicaciones a la salud provoca?

Por lo general, la alcohorexia aparece con mayor incidencia en mujeres adolescentes y jóvenes universitarias que están convencidas de que pueden compensar la alta ingesta de calorías procedentes del alcohol con la supresión de la comida. Por lo tanto, provoca serias complicaciones a la salud provenientes, tanto del trastorno alimentario, como del abuso al alcohol. Este último, como se sabe, ataca más al organismo femenino que al masculino y entre los peligros para la salud se pueden encontrar:

  • Grave afectación debido a una menor masa corporal (a diferencia de los hombres que no tienen tanta afectación porque su masa corporal es mayor).
  • Efectos perjudiciales a corto y largo plazo en los mecanismos del aprendizaje, la planificación y la memoria, sobre todo, en adolescentes.
  • Daños en el corazón y el hígado.
  • Los efectos neurotóxicos del alcohol hacen que el cerebro se encoja mediante un adelgazamiento de la sustancia blanca y gris.
  • Deterioro y muerte de neuronas.
  • Mayor riesgo de padecer cáncer mamario.

En conclusión, los daños del alcohol son más perjudiciales en las mujeres adolescentes y jóvenes, y si a esto le sumamos la escasa alimentación con consecuencias de desnutrición, estamos ante un verdadero peligro para la salud física y psíquica.

¿Es posible detectar si algún familiar o amigo padece este trastorno?

Es fácil detectar a una persona con alcohorexia, ya que presenta las típicas características de la anorexia o la bulimia y además destaca en ella el hecho de que la bebida es como una válvula de escape a los mecanismos de control autoimpuestos y a la presión social y cultural por mantener una figura esbelta.

El esquema de pensamiento de estas pacientes podría ser el siguiente: “Es sábado, saldré a bailar y tomaré mucho alcohol, para lo cual debo durante todo el día sólo limitarme a comer 300 calorías”. Al restringir la alimentación tan drásticamente se puede permitir “atracones de alcohol”, los cuales se caracterizan por la ingesta de grandes cantidades de alcohol en forma muy rápida (menos de dos horas) y compulsiva. Cuando coexiste un cuadro clínico de bulimia, la restricción alimentaria y el abuso de alcohol van también acompañados de conductas purgativas.

¿Cómo ayudar a quien presente este trastorno alcohorexia?

Como en todos los casos de adicciones y trastornos alimentarios, el principal factor preventivo está en el enfoque educativo. Una vez instaurado el trastorno, educar acerca de los daños no disminuye de forma significativa los síntomas. No obstante, el informar al paciente sobre las razones y mecanismos que perpetúan el trastorno y le originan consecuencias muy desagradables como baja temperatura, falta de concentración, dolor de cabeza, disminución de la energía, depresión, ansiedad, entre otros, si puede ayudar a disminuir la sintomatología.

Poco a poco la paciente se va restableciendo al dejar de consumir alcohol y comienza la probabilidad de que recupere algunos hábitos alimentarios saludables, para lo cual se debe tener en cuenta que esto no va a ocurrir de la noche a la mañana, sino paulatinamente. Los fármacos y vitaminas serán de gran ayuda, pero siempre bajo la prescripción del médico especialista y el papel del nutriólogo cobra relevancia una vez que la paciente ya está completamente desintoxicada y dispuesta a nutrirse.

La Alcohorexia, al igual que otras patologías alimentarias conocidas como “los nuevos trastornos de la alimentación”, se han difundido de forma alarmante a través de la web y en medios de comunicación en los que se presentan casos de actrices y modelos con esta sintomatología, lo cual aumenta el “caldo de cultivo” para que muchas adolescentes y mujeres jóvenes quieran seguir estos prototipos alimentarios disfuncionales.

 

Dra. Nancy Silva

Catedrática de ISU Universidad

Es licenciada en Psicología, con especialidad en Psicología de la Alimentación. Cuenta con una maestría en psicoterapia y es candidata al Doctorado en Clínica Psicoanalítica por el Centro ELEIA. Con catorce años de trayectoria docente a nivel licenciatura y maestría, ha impartido cátedra en diversas universidades reconocidas de la ciudad de Puebla. Es coautora del entrenamiento en Psicología De La Alimentación®, cuyo programa académico es una amplia capacitación dirigida a profesionales de la salud interesados en adquirir las estrategia y destrezas necesarias para mejorar la alimentación de sus pacientes. En agosto de 2017 impartirá la asignatura “Psicología de la Nutrición” en ISU Universidad.

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