La gastronomía australiana destaca por su variedad y diversidad. Aunque en los últimos años ha evolucionado mucho, e incluso ha sido reconocida por los críticos por su originalidad, la gastronomía de este país tiene tres bases principales: la gastronomía autóctona, la británica e irlandesa de los primeros colonos y la gastronomía mediterránea y asiática traída por los inmigrantes que llegaron a este país después de la primera guerra mundial.

El postre por excelencia de este país es la Pavlova. La Pavlova es un rico postre, cuya base es un merengue horneado y se sirve con crema batida y frutas. Resulta crocante por fuera y húmedo por dentro.

Origen de la Pavlova

Su origen es incierto ya que existen varias versiones sobre cuál fue el país que lo inventó.

Nueva Zelanda y Australia son los países que se disputan su invención.

Se llama Pavlova en honor a la bailarina de ballet Anna Pavlova. Según escribe el biógrafo de la bailarina, cuando ésta se encontraba en su gira mundial de 1926, durante su estadía en Nueva Zelanda, el chef del hotel donde Ana Pavlova se hospedaba inventó este postre para sorprender a la bailarina.

Este es un postre muy importante en la cocina neozelandesa y es común servirlo para celebraciones o fiestas especiales.

Hay personas que se dedican a investigar de dónde proviene cada postre.

La profesora Helen Leach, de la Universidad de Otago encontró en Nueva Zelanda un libro muy antiguo donde hay una receta parecida a la pavlova. Este libro es del año 1929.

De ser esto cierto, dejaría sin argumentos que Australia fue el autor ya que las primeras recetas encontradas provienen del año 1940.

Aunque no sepamos a ciencia cierta quién la inventó, lo que sí podemos afirmar es que la combinación del merengue con los frutos rojos es un éxito y que no puedes dejar de intentar probarlo.

¿La historia de cuál postre o platillo te gustaría conocer?